En la III Carrera Liberty Seguros he conseguido (sorprendentemente) una de mis marcas del año.
No se presentaba muy bien este domingo para mi la carrera, después de dos meses desastrosos de entrenamientos. No estaba yo muy confiado el sábado de poder hacer una buena carrera. Fran no se animó a correr finalmente, y Rubén, que la semana anterior me dijo que a lo mejor me acompañaba, la tarde de antes me confirmó que no iba a venir.
Así que allí me planté solo, dispuesto a hacerlo lo mejor posible, y usar esta carrera como indicativo de mi estado real de forma, ya que me encontraba un poco desanimado con mi reto.
La carrera comenzaba cuesta abajo, así que comencé a correr con alegría hasta la Castellana. Allí comenzaba una cuesta arriba casi ininterrumpida, que junto al calor que hacía en los tramos en los que daba el sol, hicieron que la carrera fuera durilla.
En el km 4 miré por primera vez mi tiempo, 21 minutos y pico, y pensé que lo mismo no estaba tan mal de forma como yo pensaba, así que decidí seguir con el ritmo alegre que llevaba hasta ese momento y dejar que la carrera me impusiera el límite.
Al llegar al Bernabéu tuve una pequeña crisis al ver la pared de Concha Espina al fondo, y con el sol dando fuerte y de cara. Bajé un poco el ritmo para poder llegar arriba, y ya os garantizo que no me guardé demasiado... ¡Cuando subes esa cuesta en la San Silvestre no parece tan dura, con las piernas fresquitas y la adrenalina en la sangre!
El esperado descanso tras alcanzar el punto más alto del recorrido tampoco fue tal. En el km 7 volví a comprobar mi tiempo: 36 minutos y medio! Pensé que hacer los últimos 3 km en 13 minuto y medio era algo alcanzable, y podría romper por primera vez la barrera de los 50 minutos. Así que otra vez a apretar el culo y a bracear como un loco para ganar tiempo en la bajada.
Y faltando un kilómetro y medio para la meta, ¡se me desata la zapatilla! Vi el chip a punto de salir volando, así que me paré en la cuneta jurando en arameo, me até los cordones a toda pastilla y volví a arrancar como un loco. La última cuestecilla hasta la meta la hice a 190 pulsaciones y resoplando como un loco, y faltando unos metros para la meta miré el reloj y vi que lo iba a conseguir.
Tiempo final, ¡¡49 minutos y 51 segundos!! En clasificación general, soy el 2562 de 7114, y en mi categoría (senior masculino) el 806 de 2015. Estoy más contento...
La marca no es buena, no soy un gran corredor, pero para mi ha sido muy importante ver que puedo bajar de 50 minutos. Llevo un par de meses sin encontrar demasiado tiempo para salir a correr, y el reto de conseguir los 1000 km se me va alejando poco a poco. Así que conseguir este tiempo me ha animado mucho.
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